VAMOS A HABLAR DE DEPRESIÓN Y SUICIDIO

No, no podemos, ni debemos, ni queremos, dejar pasar esta oportunidad para reivindicar la importancia de la salud integral. La necesidad social de llegar a tantas y tantas personas que no pueden ni tienen los medios suficientes para costearse un proceso y la salud mental es fundamental. Los medios que debemos ofrecer como sociedad deben incluir sí o sí la psicología y tratamientos o procesos de larga duración.

Evidentemente hay muchos síntomas y patrones que pueden llevar a un estado depresivo y en su extremo, al suicidio. Pero… ¿Qué podemos reflexionar como sociedad? Queremos reflexionar junto a vosotras responsablemente.

LO MÁS IMPORTANTE: Hablemos con naturalidad, fuera tabúes. Es importante informarnos, no caer en el juicio y normalizar pedir ayuda si algo no marcha bien a nivel emocional.

 

¿Qué desencadena una crisis depresiva?

A veces puede ser una situación traumática, un duelo, un acontecimiento que me genera impotencia, una situación que supera las herramientas que tengo a mi alcance, un ámbito concreto donde se me invalida y no se me reconoce…

Lo más importante, además de identificar qué me ocurre, es la escucha, la compañía y el apoyo. A veces con estar cerquita de esa persona es suficiente en un primer momento.

¿Cómo podemos escuchar y acompañar a una persona en una situación difícil o dolorosa?

Además de conocer las trayectorias y vivencias de nuestros seres queridos (La comunicación es la herramienta fundamental). Es importante validar sensaciones, emociones, y observar cambios importantes en su conducta. Quizás en los más peques no se manifieste siempre a través de tristeza, y sea más habitual observar episodios de ira continuos. No es sencillo para un peque o adolescente identificar su estado emocional o sostenerlo, y pueden expresar la tristeza de formas diversas.

Ahí radica la importancia no sólo de la atención terapéutica cuando localizamos los síntomas y tenemos la suerte de poder costearnos un proceso terapéutico. Es vital la educación emocional como herramienta preventiva, conocernos desde edades tempranas e identificar qué sentimos de forma integral, poder expresarnos, desahogarnos y entendernos de una forma compasiva y cuidada.

¿Qué podemos hacer como seres queridos?

Llegados a esta situación, nuestra propuesta siempre va a ser recurrir a una persona especializada. Y, además, algunas de estas propuestas seguro que pueden ayudar un poco.

Acompañar sin juicio, quizás no es tan importante qué está sucediendo, sino cómo lo está viviendo la persona, qué está ocurriendo en su sistema nervioso, en su conducta y qué puede ayudarle en ese momento.

Tiempo de calidad y escucha. Confianza y compañía que ofrezcan a nuestro ser querido además de cierta seguridad, un sistema que le permita expresarse y pertenecer.

Observar si aparecen síntomas como la indefensión, la vergüenza, la culpa, el agotamiento, el colapso (a veces a través de la interacción con sustancias que nos ayudan a desconectar), la apatía. Todo aquello que nos lleva a pensar que la persona no está viviendo sanamente y además, persiste en el tiempo.

Y no menos importante: NUEVAS TECNOLOGÍAS Y REDES SOCIALES.

Cuidar la comunicación en redes, y la gestión de la rabia a través del insulto, agresión. Todas sabemos que en los diferentes perfiles hay personas y no podemos dejar de educarnos.

 No, no debería estar validado ninguna agresión en ningún formato. ¿Cómo queremos aprender a gestionar la rabia? ¿De veras queremos construir una sociedad en la que se rebasen los límites de la convivencia? Quizás, debemos cuidarnos primero como adultos, y cuidar a los más peques del odio y la sensación de impunidad que proporciona insultar y agredir a través de las redes sociales. Hay que buscar formas sanas de canalizar la frustración y rabia acumulada. Nunca validar emplearla desde la agresión, ni restarle importancia.

 

Equipo Rumbos

¿Qué es cuidarse emocionalmente durante el embarazo? Claves para ponerse manos a la obra

Imagino que no va a ser ninguna sorpresa que os invitemos a cuidaros «también»
de forma emocional durante el embarazo.

Estamos en la era de la información y es sabido y refrendado por las ciencias de
la salud que cuidarse emocionalmente durante el embarazo va a proporcionar
muchos beneficios al desarrollo del bebé física y emocionalmente y también a la
nueva «mamá» y «papá» que va a gestarse junto con la criatura.

Pero ¿qué es cuidarse emocionalmente?… Os ayudo a entenderlo. Os señalo
cuatro áreas o cuestiones importantes a tener en cuenta.

 

1. Poder tener unas expectativas realistas sobre las necesidades del bebé y las propias en nuestra nueva realidad.

En ocasiones nos acercamos al momento de ser madres y padres con una visión
poco realista de la aventura en la que vamos a embarcarnos. A veces esa visión
es romántica e idealizada y otras veces es temerosa y tenemos necesidad de
controlar anticipadamente demasiadas cosas.

Durante el embarazo es importante poder acceder a información de buenas
fuentes (ciencia, cultura, emociones… Bien documentada y actualizada) que os
ayuden a prepararos para entender las necesidades auténticas de los bebés
humanos y de esa forma poder favorecer su desarrollo y un vínculo seguro con
ellos.

No se trata de hacer un «máster»… pero sé por experiencia que hay muchos mitos
que desmontar sobre las necesidades y la crianza de los bebés.
También es importante que podáis “asomaros” al postparto durante el embarazo,
pudiendo anticipar un poquito, cuáles van a ser las emociones y necesidades
que suelen ser habituales en ese proceso, tanto para las mujeres como para las
parejas.

2. Gestión emocional.

Nos enfrentamos al mandato «no puedes disgustarte ya que eso le afecta al
bebé». Y asociado a esa máxima, existe una culpa o exigencia que sostenemos
cómo podemos o sabemos.

La neurociencia nos da claves de que es real que el estado emocional y el estrés
que vive la madre durante el embarazo va a influir en el desarrollo del cerebro
emocional del bebé.Sin embargo, lejos de ser una «condena», ésta evidencia yo
la entiendo dentro de las estrategias adaptativas evolutivas de cara a la
supervivencia de la especie y a mi juicio supone cómo un «entrenamiento» a la
realidad extrauterina.

Ni que decir tiene, que es importante responsabilizarnos de cuidar
terapéuticamente situaciones en las que estemos viviendo mucho estrés y/o
situaciones de mucho sufrimiento a nivel emocional, esto es bastante evidente.
Sin embargo, también en situaciones más normalizadas, el que nos hagamos
más hábiles en la expresión y gestión de nuestras emociones y necesidades va
a dotar a nuestro sistema completo, en el que está incluido el bebé, de nuevos
recursos que serán beneficiosos para todos.

3. Hacer equipo.

Nuestra realidad está evolucionando positivamente hacia maternidades y
paternidades donde la co-responsabilidad es cada vez más frecuente,
afortunadamente.

L@s nuev@s madres y padres, van a vivir progresivamente un cambio en sus
roles, en su identidad. Van a comenzar a percibirse a ell@s mism@s
individualmente y dentro de la relación de pareja desde esa nueva identidad.
Como en cualquier transformación, la comunicación entre ell@s va a suponer un
factor protector y favorecedor del bienestar. Trabajar las dudas, necesidades,
miedos, toma de decisiones… junt@s es importante desde el embarazo.

4. Autoconocimiento.

El momento del embarazo es un momento emocionalmente muy «sensible».
Cuando digo sensible, no me refiero a que estamos llorando por las esquinas…
que a veces también pasa. Me refiero a lo especialmente «disponible» que
estamos a poder conocernos mejor y entender por qué somos como somos.

Durante el embarazo las mujeres vivimos un proceso que es llamado
«transparencia psíquica» y en mi experiencia siento que también es posible que
la pareja pueda contagiarse de esta realidad emocional.

Nuestra psique se encuentra más fácilmente en contacto con las necesidades
de nuestra propia etapa primal, las sensaciones o necesidades que se guardaron
en capas más profundas de nuestro cerebro, durante el embarazo emergen en
cierta medida. Este mecanismo tiene de nuevos una función adaptativa, va a
poder sintonizarnos biológica y emocionalmente con las necesidades del bebé
que llega.

Y está transparencia psíquica a veces deja al descubierto necesidades de
nuestra estructura de carácter que es muy interesante que podamos atender y
entender. Nos da la oportunidad de conocernos mejor y trabajar cuestiones que
para transformarlas en beneficio propio y por ende también para nuestro bebé.

Estas son algunas de las ideas importantes a tener presente de cara al cuidado
emocional en la etapa del embarazo. Esperamos que os haya resultado
interesante y útil esta información.

Lidia Claudel, psicóloga especializada en el ámbito perinatal.

Pedagogía de la aventura

Imaginemos dos escenarios:

Escenario 1: Una adolescente sentada en la mesa de su clase delante un examen en blanco y un bolígrafo.
Está asustada, se siente insegura, no confía en ella misma y en lo que ha estudiado preparando la prueba.
Está paralizada, no puede dejar de mirar el folio en blanco y se ve incapaz de coger el bolígrafo y ponerse a
contestar las preguntas.

Escenario 2: Una adolescente en la montaña, delante de una pared, con su arnés, casco y pies de gatos
puesto, anclada a una cuerda que la une a la persona que la va a asegurar. Está asustada, se siente insegura,
no confía en ella misma y en los recursos que tiene para afrontar esta situación. Está paralizada, no puede
dejar de mirar la pared y se ve incapaz de dar el primer paso hacia la ascensión.


 

 

Nos encontramos ante dos situaciones diferentes donde las sensaciones y emociones que emergen en la
adolescente son muy similares. Por tanto, el desenlace positivo de una de las situaciones nos puede llevar a
resolver la otra también de manera positiva.

En nuestro caso apostamos porque la segunda situación es la que nos lleva a ese aprendizaje.

¿Por qué? Porque nos posibilita un trabajo integrador de cuerpo, mente y emoción. Y si la experiencia se
desarrolla de manera positiva, se puede trabajar como anclaje (PNL) de forma que pueda rescatarla cuando
tenga que afrontar otra situación de bloqueo y miedo parecida.

Esta es una de las funciones de la Pedagogía de la Aventura y de esta forma la trabajamos en Rumbos. El
profesional de la escalada junto con el referente educativo o terapéutico del niño o adolescente trabajan en
equipo ayudando a este a conseguir su objetivo de una manera segura sin evitar la exposición al riesgo y
al miedo, pero dentro de unos límites que no hagan traumática la situación. Una vez finalizada la actividad
se pasa a la parte mental que busca integrar lo vivido. Se le invita a hacer un paralelismo entre la vivencia
de la escalada en todas sus fases y lo que sintió en cada una de ellas con un momento de su vida donde
haya sentido ese miedo que le impidió continuar, de manera que con la nueva experiencia sea capaz de
resolver la otra situación positivamente. Creando así el recurso al que acudir cuando lo necesite más
adelante.

Si te parece interesante esta manera de trabajar en el ocio y el tiempo libre de los niños, niñas,
adolescentes y jóvenes, esta formación es la que estás buscando. Fórmate con nosotros en metodologías y
herramientas diferentes y hazlo de una forma más vivencial que teórica, en primera persona.

La experiencia nos dicta que no existe mejor forma de aprender que conocerse uno mismo, verse en las
situaciones en las que se pueden ver nuestros educandos y saber cuál es nuestra reacción, cómo
gestionamos y damos salida a todas las emociones que aparecen, etc.

Aventúrate con nosotros, no te arrepentirás.

 

Grupos de apoyo y educación Emocional para padres y madres

Nadie nos explica cómo podemos abordar la maternidad o la paternidad. Nuestros peques
van creciendo y aunque aparentemente van ganando autonomía, acompañarles y
entenderles se hace cuesta arriba:

¿Qué le ocurre a mi hijo?
“No puedo con él/ella”
¿Lo estaré haciendo bien?
“No me tiene ningún respeto”


 

Efectivamente, no existe el manual del papá o la mamá perfecta, de la misma manera que
el hecho de que tu niñ@ o tu adolescente comience a cambiar, tampoco tiene por qué ser
señal de que algo va mal necesariamente. A veces se trata de una transición a nivel
evolutiva, y otras veces de circunstancias o situaciones que nada tienen que ver con el rol
de papá o mamá.

En ocasiones se trata sencillamente de cambios en los que hay que volver a reajustar la
familia. Culparnos no va a servir para nada más que para dañarnos o dañar. Desde nuestra
experiencia, sabemos que no hay mejor herramienta que el crecimiento personal y tomar
consciencia de nuestras dificultades, miedos o límites para poder darle la vuelta a las
situaciones que dificultan el bienestar familiar ,y afrontar estas situaciones desde la
oportunidad para reparar o incluso mejorar el vínculo con nuestr@s hij@s.

En definitiva, no es el objetivo o lo que hacemos, sino más bien la manera en que lo
hacemos, lo que va a determinar que esa cuesta sea más o menos empinada.

Por eso queremos lanzarte algunos consejos:

Validar las emociones. A veces nos empeñamos en ponerles la tirita, intentando evitar que
algo les duela o sencillamente restándole importancia a lo que sucede. Lo que les está
ocurriendo es importante desde su corta experiencia. Darle su sitio y acompañarle en su
emoción es fundamental. Ese “mundo” que están afrontando les da tanto miedo como a
nosotros nuestras preocupaciones.

Eres la persona adulta, el sostén y ese lugar sigues ocupándolo incluso en su adolescencia.
No, confrontar con tu hij@ no va a mantener tu autoridad. La autoridad ya la tienes, sigues
simbolizando la seguridad. ¿Qué tal si esperamos un momento en el que puedas afrontar
esa conversación desde la tranquilidad?. En la misma medida que sentimos miedo al
futuro y su desarrollo, lo están sintiendo ellos, por eso en una etapa de cambios evolutivos,
lo importante es que transmitamos la tranquilidad, serenidad y la seguridad necesaria para
que tu hij@ pueda continuar e ir forjando la persona adulta que algún día será.

Castigar puede servir a corto plazo pero…¿Qué ocurre a la larga?. Probablemente ya
habrás comprobado que pierde eficacia y la situación se complica o bien aparecen otro tipo
de dificultades. Si queremos adultos responsables, quizás conviene pararnos, exponer las
consecuencias hacia futuros actos, y desde ahí permitirnos acompañar.

Claro que se van a enfadar igual (no son robots) pero el castigo te aleja, te frustra y te
desgasta, mientras que establecer consecuencias previamente, te va a permitir
acompañarle, observarle y ayudarle a entender que el mundo está lleno de normas y
límites que son necesarios respetar para convivir.

Los límites siempre son necesarios. Esta pregunta suele surgir en nuestro centro ¿son
buenos o no?. Claro que sí, la vida tiene límites y hay que aprender a digerirlos. Los límites
también nos cuidan y nos ayudan a protegernos y proteger en muchas ocasiones. Ahora
bien, los extremos siempre van a jugar en contra. Si nos vamos al extremo de limitar
continuamente, probablemente generemos en nuestr@s hij@s, además de
sobreprotección, miedos y muy pocas herramientas para experimentar dificultades. Si
optamos por no limitar nunca o casi nunca, quizás provoquemos una sensación de tiranía.
Si nunca me encuentro con límites, integro la idea de que en el mundo no los hay y voy a
vivenciar con mucha dificultad las situaciones en las que otros ámbitos me los ponga.

Tu tiempo personal, o el de la pareja si existe, es fundamental. No podemos sostener
sanamente desde la tranquilidad y la claridad mental, si no nos cuidamos primero.
Necesitas espacio personal, cuidarte y tener vida más allá de la maternidad o la paternidad,
experimentar y crecer en otras áreas. Es importante darnos nuestro sitio, al igual que hacer
equipo y llegar a acuerdos si contamos con compañía en esta labor.

¿Te ha ayudado leernos?;¿Imaginas la oportunidad de desahogarte en un grupo de
confianza con mamás o papás que puedan estar viviendo situaciones parecidas?;¿Te
gustaría aprender herramientas que te ayuden a facilitarte el día a día en un ambiente de
respeto y cuidado?.

Sí, tras varios años en los que hemos recogido la demanda de cientos de mamás y papás
que nos pedían un espacio como este, hemos decidido apostar. Queremos crear un espacio
para ti con personas que acompañan a hij@s de edades similares para aprender,
desahogarnos y crecer personalmente.

El estrés y la ansiedad una nueva realidad en el siglo XXI

¿Te cuesta centrarte?
¿Te sientes triste y cansado?
¿Sientes que por mucho que aceleres el ritmo nunca logras terminar lo que te propones?
¿Te acuestas con la sensación de no haber hecho nada útil durante el día?
¿Te cuesta levantarte por las mañanas?


Si tienes alguno de estos síntomas podemos confirmarte que SI, estás sufriendo de estrés y
ansiedad.

Seguro que has oído hablar del estrés y la ansiedad, ya que son conceptos que se utilizan
mucho hoy en día. Se los denomina “la enfermedad del sigo XXI”, y son tan comunes que
han llegado a normalizarse y aceptarse como un mal endémico ante el cual no cabe otra
opción que resignarse.

Lo cierto es que hemos llegado a interiorizar estos conceptos hasta el punto de que
aceptamos la frustración y malestar que nos causan como algo inevitable, algo que no
tiene solución, y ante lo cual sólo nos queda “tirar para delante”.
Pero te traemos una buena noticia, la frustración, la ansiedad y el estrés no son
condiciones intrínsecas al ser humano, en realidad son más como un dolor de muelas,
depende de ti decidir si quieres vivir sufriendo el resto de tu vida o si prefieres hacer algo
al respecto y eliminarlo.

Si eres de los que prefiere vivir feliz y sin incomodidades, comunicarte que actualmente
existen diversas técnicas y herramientas a nuestra disposición para controlar el estrés y la ansiedad,                                 volver a tomar las riendas de nuestras vidas y, en definitiva, recuperar la ilusión
para levantarnos por las mañanas… y lo mejor de todo es que no es necesario hacer un
viaje espiritual a la India o tomarse un año sabático, basta con querer hacerlo y poner en
práctica unas sencillas herramientas de autonocomiento y control.

Ahora que comienza un nuevo año, es un buen momento para plantearse qué queremos en
nuestro futuro, ¿seguir como siempre o dejar atrás las creencias paralizantes que nos atan
y recobrar nuestra libertad individual?

En Rumbos somos especialistas en ayudar a las personas a deshacerse del peso muerto y
reiniciar su vida con fuerza.

No te pierdas la actividad que te proponemos para ayudarte a superar la ansiedad y el
estrés.

«Sin bienestar la vida no es vida; sólo es un estado de languidez y sufrimiento.
François Rebelais.»

Autorregulación emocional para personas con Autismo y/o Discapacidad intelectual

La Autorregulación es una habilidad que se puede entrenar, es básica y necesaria para conseguir una mayor autonomía y un mejor desempeño en contextos interactivos, en definitiva, para lograr una mejor calidad de vida. Los niños, niñas y adolescentes con TEA suelen mostrar niveles de ansiedad más elevados debido principalmente a su pensamiento rígido, a sus dificultades para manejar los cambios y a sus limitadas habilidades socio-comunicativas. Esos niveles de estrés más elevados, unido a una menor resistencia a la frustración, hace que tengan una mayor probabilidad de episodios de descontrol emocional y conductual.

Como bien sabemos, si algo no nos gusta lo único realmente útil que podemos hacer es cambiarnos a nosotros mismos, o al menos la actitud o creencia desde donde enfocamos lo que vivimos. Y ya que la situación actual de confinamiento en casa puede llegar a suponer una de esas situaciones altamente estresantes, especialmente para personas con Autismo y/o con discapacidad intelectual, o incluso niños pequeños sin lenguaje verbal, hemos recopilado 5 ideas para la gestión emocional que esperamos os sirvan de apoyo:

1.- Entrenamiento en Inteligencia Emocional: se define como la habilidad de identificar, comprender y regular las emociones propias y las de los demás. Para ello os dejamos dibujos y dinámicas sencillas para hacer en casa extraídos de internet. Asimismo hay numerosas aplicaciones para el móvil y tablet muy atractivas, aunque ya sabemos que hay que dosificar el tiempo de uso de las pantallas y más aún ahora que tenemos que estar muuuucho tiempo en casa.

2.- Autoconocimiento: para un buen autoconcepto y una buena autorregulación emocional es indispensable conocernos a nosotros mismos, especialmente nuestras virtudes y defectos. Para ello os dejamos también actividades divertidas, tales como “mi nombre- mis virtudes”, “todo sobre mi”, “me gusta- no me gusta”.. etc.

3.- Entrenamiento en Conversaciones: en una conversación cara a cara el componente verbal solamente representa un 35%. Por tanto, más del 65% es comunicación no verbal, es decir, la comunicación de nuestras emociones, la postura corporal, el contacto visual y los gestos. Para mejorar la comunicación interpersonal tenemos que desarrollar una escucha activa, que consiste en mantenerse concentrados en el mensaje que la otra persona nos da directamente así como en lo que expresa emocionalmente.

Para ello es necesario desarrollar la empatía, mantener el contacto visual y una sonrisa ligera. Así como realizar asentimientos con la cabeza que aporte validación emocional o feedback a nuestro interlocutor para que sepa que le estamos atendiendo y entendiendo. Es bueno que alentemos a nuestros niños y niñas a que si no entienden algo puedan expresarlo y decir «no sé» o cualquier respuesta similar, claro que para ello nosotros, sus modelos, sus referentes, debemos hacerlo con anterioidad, pues somos el ejemplo, el espejo en el que se miran y al que imitan. Igualmente adjuntamos varios ejemplos para iniciar conversaciones e historias sociales.

4.- Cuando pierde el control: cuando el peque se sienta desbordado y a punto de explotar puede recurrir a la Rueda de Soluciones (según su nivel de simbolización) para escoger una manera adecuada de gestionar esa emoción. Aprovecha y recuérdale, mientras hacéis la rueda personalizada con anterioridad, que todas las emociones son buenas y deben expresarse, pero que debemos esforzarnos para encontrar la mejor manera de hacerlo y así no dañar a los demás ni a nosotros mismos. Recordemos que somos sus mejores ejemplos y actuemos en consecuencia cuando vivamos momentos incómodos. Además de favorecer el uso de autoinstrucciones positivas que irán interiorizando hasta convertirlas en la voz de su conciencia.

5.- Rincón de la calma: un lugar diseñado entre los peques y los papis para que pequeños y mayores puedan acudir un ratito cada día para sentarse tranquilos e integrar acciones relajantes (y sobre todo después de que hayan tenido un conflicto o problema de conducta para resolver la situación de forma adaptada y respetando a cada una de las partes, empezando por uno mismo). Los elementos que puede contener son:

>Música alegre y relajante: un dispositivo con música que les evoque recuerdos, experiencias y emociones positivas, (con unos cascos mejor para introspección o sin ellos para poder bailar y liberar tensión con el movimiento). O https://elefantezen.com/meditaciones-guiadas-para-ninos/

>Apoyos visuales de autorregulación: la info visual es más sencilla de procesar, especialmente cuando están agitados, ya que en la agitación se hace más difícil escuchar conscientemente debido a que las emociones pueden bloquear nuestra capacidad de atención. La técnica más importante es hacer Respiraciones Conscientes, para después repasar una de las opciones de resolución de problemas o alternativas adaptadas para los enfados.

>Dibujos: este es un recurso fantástico para regular y apaciguar las emociones fuertes mientras las estamos experimentando. Eso ayudará a reconectar el cerebro emocional con el racional (integrando esa emoción que sacamos del sistema límbico para procesarla a través de los lóbulos frontales). Además nos ayuda a parar, nos centramos en otra actividad que desvía la atención y descargamos nuestra emoción de una forma segura para todos. Una vez acabado el dibujo lo pueden romper o meter en la caja de los enfados para que éste pueda irse.

>Libros con imágenes o pictogramas: estos pueden ayudarnos a centrar la atención en algo más agradable y permitir ese tiempo de regulación hormonal que necesita el cuerpo tras emociones muy intensas. Aquí puedes encontrar muchas opciones.

>Integración Sensorial: podéis crear juntos elementos que inducen a la relajación, como las pelotas sensoriales (como un globo o calcetín lleno de arroz); aceites con olores dulces, colocar luces tenues y cálidas, descalzarse, beber agua, abrazos y besos, una ducha calentita o cualquier cosa que os pueda ayudar en esas situaciones, tanto a ellos como a vosotros y vosotras.

Es importante recordar que cualquier cosa que queramos que lleven a cabo desde la autorregulación emocional, y en cualquier ámbito de sus vidas, deben verla en sus referentes, pues aprenden por imitación. Aprenden mucho más de lo que nos ven hacer que de lo que les decimos que tienen que hacer.

Os dejamos a continuación estas imágenes como recursos por si os pueden ayudar.

Marta Alonso Pila, psicóloga especialista en IAC y TEA

Tu tiempo, tu empresa y tú

Samuel Chaves, coach y director de Rumbos y cofundador de la Escuela de Negocios PYMES, imparte este curso para personas emprendedoras y empresarias donde reflexionará contigo acerca de tu empresa, tu tiempo y tú. El objetivo: ser feliz y ganar dinero. A continuación él mismo te presenta el curso:

¿Para qué sirve tu tiempo?

Dicen los ancianos africanos que no entienden para qué llegar el primero en una carrera de 100 metros si se puede llegar en más tiempo.
El primero que llega es el ganador, está concentrado desde los días previos. Es más, ha entrenado mucho para ello. Máxima concentración en la línea de salida. Tiene el foco claro: Llegar el primero a la meta. Todo el esfuerzo hasta ahora habrá merecido la pena.

¡PUM! Pistoletazo de salida. Toda la potencia enfocada para llegar al final, unos 10 segundos. Llega, levanta los brazos, sonríe, llora de alegría, le felicitan… al rato le entregan el premio. Llega a su casa con la satisfacción de haber ganado, ha cumplido su objetivo. Y a la mañana siguiente… vuelta a entrenar. Se marca un nuevo objetivo.

¿Cuándo ha disfrutado esta persona?

Después muchos días de entrenamiento eficaz tan sólo unos ratos de satisfacción y felicidad. Y hasta que no vuelva a ganar no aparece de nuevo la satisfacción.

Nuestro día a día en las empresas se parece mucho a esto. Y es normal porque hemos sido educados en la competitividad. No estoy en contra de esto, es más, es un buen método para conseguir objetivos. Pero yo quiero más, yo quiero disfrutar con el proceso, es más, no me importa tanto llegar el primero, sino llegar. Y sobre todo llegar dónde yo realmente quiero llegar, y de la manera que yo quiero caminar.

Para ello la gestión del tiempo es la clave donde apuntalar tu proyecto de vida y de empresa. Porque imagino que tendrás un proyecto concreto de vida y de empresa, y por escrito. Sino, ¿para qué estás usando tu tiempo?

Querer ser hoy dueño de tu tiempo es un acto contracultural, es decir, ir contracorriente con el ritmo frenético del mundo actual. Somos seres interdependientes, esto significa que todos dependemos de todos. Desde el que me cobra en la gasolinera, la panadera, quien me pone el café, mis padres, mi pareja, mi equipo de trabajo… Por tanto, mi tiempo está condicionado por todas estas dependencias. El tema es que yo elijo de quién quiero depender y de quién no, y desde ahí, es desde dónde puedo encontrar sentido a qué y a quién dedico mi tiempo.

Los grandes empresarios y empresarias nos plantean que la gestión del tiempo es una de las claves para el éxito tanto económico como personal. Pero si no sabes qué quieres para ti y cómo quieres vivir, da igual lo que hagas con tu tiempo. Es más, lo que nos plantean los expertos en negocios es que sin crecimiento personal cada vez es más complejo el crecimiento económico. En realidad, ¿para qué ganar dinero sino se puede disfrutar?

La experiencia que he tenido con mis clientes es que cuando reducen el tiempo de trabajo se vuelven más productivos y rentables, y además, están más satisfechos consigo mismos.

¿Qué más da si llego el último en la carrera pero disfrutando del camino? También he conseguido el objetivo, llegar a la línea de meta. Pero en más tiempo.

Las técnicas de productividad nos invitan a realizar más cosas en menos tiempo. Por lo general liberamos tiempo, pero volvemos rellenarlo con más cosas. No nos sirven para parar.

Mi propuesta no es hacer más cosas en menos tiempo, sino lo contrario: Hacer menos cosas en más tiempo. Dedicar tiempo a lo realmente importante. Y cada vez más tiempo. Y esto te hace cada vez más productivo.

Si quieres gestionar tu tiempo a tu favor, elige primero qué es lo realmente importante para ti.

Esta es la base de este curso. Dos tardes para reflexionar sobre la relación entre Tu empresa, Tu tiempo y Tú.

El objetivo: Ganar dinero y ser feliz.

El curso lo imparte Samuel Chaves los martes 11 y 18 de febrero de 16:00 a 20:00h.

Samuel Chaves, coach y cofundador de la Escuela de Negocios PYMES

Adolescentes y alcohol, ¿realidad o tópico?- Parte 3

Volviendo al asunto que nos trae aquí, saber qué lleva a un adolescente a beber quizá puede ayudarnos a acercarnos a ellos y trabajar a nivel preventivo más que a nivel de juicio o crítica vacía.

A mi parecer, los motivos principales que lleva a los adolescentes a beber alcohol son la desinformación (muy clara la forma de paliarla), la vinculación con el grupo, el efecto contagio entre iguales, la búsqueda de sensaciones, la curiosidad, la desinhibición y la imitación.

Cuando un adolescente conoce qué es el alcohol, sus efectos y cómo funciona su cerebro la perspectiva y la relación que se establece cambia.

La vinculación grupal y el efecto contagio, son dos factores que pueden paliarse a través del ofrecimiento, por parte del mundo adulto, de diferentes alternativas para estar juntos y divertirse. Aunque es mejor que la opción no llegue por parte de sus padres, pues por el mero hecho de venir de quienes viene la alternativa se negarían a hacerlo en la mayoría de los casos.

Por último, en relación a la búsqueda de sensaciones, la curiosidad y la desinhibición, tenemos poco que hacer más que informarles de que esto está aquí, no a modo de taller puntual que se olvida pronto, sino mediante un trabajo continuado y transversal de autoconocimiento y crecimiento personal.

Están en un momento de absoluto cambio, de caos y donde además se les exige más de lo que están preparados para asumir en muchos planos: psicológico, biológico, fisiológico y social. Por un momento, haced un ejercicio de empatía, cerrar los ojos e intentar conectar con una situación en la que estuvierais en un mar de emociones desordenadas, sin saber qué camino coger y en la que cada día es un reto nuevo y más difícil que el anterior. No es fácil caminar en esos zapatos, mi propuesta es que abracemos ese niño metido en cuerpo de adulto e intentemos acompañarle lo mejor posible.

Y para hacer esto posible la compasión es una gran compañera, y a eso os animo, a tratarlos desde la compasión.

Sara Sayago, psicóloga

Adolescentes y alcohol, ¿realidad o tópico?- Parte 2

El alcohol forma parte de nuestra sociedad, de nuestra cultura. Es algo que genera bienestar para muchos y malestar para otros, depende de multitud de factores, la edad, la cantidad, la información, y el para qué se hace, pero no pretendo lanzar este interesante y complejo debate. No se trata de buscar culpables, pero tampoco lo hagamos con esta población que por diferentes motivos se encuentran en un estado de vulnerabilidad.

Los y las adolescentes desconocen qué es el alcohol realmente, para ellos y ellas es solo algo que ha estado presente a lo largo de su vida y que de forma mayoritaria, se relaciona con diversión y celebración, no conocen las consecuencias del mismo ni las que habrá a largo plazo.

Esto además se acentúa en estas edades. El cerebro de un adolescente no está desarrollado como el de un adulto en contra de los que muchas personas creen. La parte frontal, corteza prefrontal, es una de las últimas regiones en madurar, en ellos y ellas aún no está madura, terminará de hacerlo en adultos de entre 25 y 30 años. Esta área es curiosamente la responsable de planificar, establecer prioridades o controlar los impulsos, todo necesario para hacer un buen uso de la ingesta de alcohol.

Es además el segundo momento, tras la primera etapa de la vida de los 0 a los 2 años, en el que mayores cambios se suceden. Momento en el que se comienza a desarrollar la identidad propia, confluyendo de forma necesaria con la desvinculación emocional. Para que todo esto sea posible, el cerebro se prepara transformándose en aspiradora de experiencias, todas caben, todas son pocas, no sacian. Necesitan conocerlo todo para crear su propio juicio, sus ideas, su yo que se irá convirtiendo en adulto.

Con todo esto, no es de extrañar que parezcan absolutamente perdidos. Pasan de ser niños y depender para todo del adulto, a ser adolescentes que  se creen adultos y no quieren necesitar ayuda de nadie ni de nada.

Confluye en este momento vital la conocida como poda neuronal, donde el cerebro analiza todas aquellas conexiones que no usa, y las elimina. Por lo que se explicaría que de repente, algunas actitudes muy propias de ellos, desaparezcan de un día para otro, y es que ya no están, hay que ir construyendo nuevas conexiones para que aparezcan nuevos comportamientos, así se muestran desorientados, y es que lo están, es que biológicamente no encuentran las conexiones entre los eventos.

Época también de maduración emocional. El cerebro aprende a través de ensayo y error, de modo que irá probando hasta que encuentran comportamientos ajustados al entorno, que se adaptan correctamente.

¿Cómo saben que es correcto? A través del feed back que reciben del contexto, madres, padres, maestros, compañeros, etc. Correcto no significa hacer “las cosas bien”, significa que su cerebro entienda que la recompensa obtenida al mostrar un comportamiento concreto es lo suficientemente positivo para él o ella como para repetirla. Por ejemplo: Si tras reñirme un maestro en clase, hago una broma y obtengo la sonrisa de alguien que me gusta, al poner en una balanza un parte del docente o el “tonteo” con la persona que me interesa, probablemente gane por goleada “el tonteo”. Obviamente no es una ciencia exacta, habría que calibrar las consecuencias en el hogar, amistades etc.

Sara Sayago, psicóloga

Adolescentes y alcohol, ¿realidad o tópico?- Parte 1

Hoy 15 de noviembre es el día mundial sin alcohol. Este tipo de celebraciones, esta forma de marcar días son un modo de facilitar la reflexión. En estos días se realizan homenajes a aquellos que han dejado el alcohol, se escribe sobre los efectos de la sustancia o se hacen actividades que promueven otro tipo de formas de relaciones sociales.

En mi caso, elijo lanzar una reflexión de la mano de mi población favorita, los adolescentes. Hoy además creo que con mucho fundamento, ya que se suele hace una relación directa entre ambos conceptos, alcohol y adolescencia.

Reflexionemos, ¿esta relación está bien hecha o por el contrario es un tópico?

Es cierto que los estudios más recientes señalan que cada vez se empieza antes con el consumo de alcohol y que las ingestas del mismo son abusivas. Además entre los adolescentes hay una mayor prevalencia de comas etílicos que entre los adultos. Y ahora podemos elegir quedarnos con esta estadística, donde una vez más lo que hace el adolescente es un comportamiento muy “florido” y por tanto visible, analizable y juzgable, o bien, podemos ver qué hay detrás de todo esto.

Me quedo con la segunda opción y os invito a que reflexionéis al respecto.

Siendo cierto los datos anteriormente descritos, me gustaría que nos detuviéramos en otro, y es que los adolescentes rompen las estadísticas en la ingesta abusiva de alcohol respecto a los adultos porque su consumo se centra en las 24 ó 48 horas del fin de semana, mientras que la población adulta bebemos alcohol a lo largo de toda la semana, de lunes a domingo, en menos cantidad diaria pero más cantidad de veces.

Por lo que el consumo adulto suele ser mayor y somos el ejemplo que ven nuestros hijos e hijas cuando aún están en una etapa infantil. Los más pequeños ven en su día a día el alcohol en diferentes espacios, casa, calle, televisión, familiares, gente a la que siguen, admiran o por las que son educados. El alcohol suele relacionarse con momentos de fiesta, de diversión, de celebración, de vínculo, de unión: “a ver si nos vemos y nos tomamos una cervecita hombre…anda ya, con lo que has bebido comiendo no das en el test de alcoholemia… una copa de vino es buena para el corazón…brindar con agua da mala suerte…anda mójate los labios, eso no es nada…” son muchas de las frases que sin darnos cuentas, sin ser conscientes, tenemos en nuestro ADN impregnado porque las hemos oído desde que tenemos “uso de razón”.

El alcohol forma parte de nuestra sociedad, de nuestra cultura. Es algo que genera bienestar para muchos y malestar para otros, depende de multitud de factores, la edad, la cantidad, la información, y el para qué se hace, pero no pretendo lanzar este interesante y complejo debate. No se trata de buscar culpables, pero tampoco lo hagamos con esta población que por diferentes motivos se encuentran en un estado de vulnerabilidad.

Sara Sayago, psicóloga